martes, 6 de marzo de 2012

Grabando

Cuando algo te sirve para respirar y seguir vivo, encapsularlo en una forma artística tiene su guasa. Es curioso, si més no.

Aún así, llamémoslas canciones.

Este fin de semana, cinco personas, con sus  manitas y sus pies, sus ojos y sus oídos, sus cabezas pensantes y sus corazones sintientes, sus pasados y sus futuros, nos hemos metido en el precioso estudio de La casa murada a dar una forma musical a pensamientos y sentimientos antiguos. A vestirlos con un traje. Cinco músicos con sus cinco vidas.

Diez canciones, de diez momentos vitales diferentes. Y las hemos tocado y grabado, en 48 horas. Todas juntas. Intenso. Agotador. Interesante y gustoso.

Ellas, las canciones, se miraban las unas a las otras, como si estuvieran en la cola del médico, con tanto recelo como eran capaces. Ni se reconocían. ¿Tú eres la que cantaba el coro? Sí. ¿Y tú la de aquel amante que nunca existió? ¿Yo? No, el mío si que existió. El fantasma es el de ésta. Oye, que fantasma lo serás tú y tus cursilerías, balada de tres al cuarto.

Mientras ellas se acostumbraban a las distancias cortas que van a tener que compartir durante años en el mismo circulito editado, o en la misma “spotylista”, los cinco músicos  también estudiábamos, sin querer, nuestros mapas personales. Nos aceptábamos antes de vernos, ya nos queríamos de entrada, decididos a que aquel gran hermano sin cámaras resultara la más exitosa de las experiencias.

Un sevillano. Tres catalanes. Una almeriense. Desde los años de amistad y de directos precipitados, hasta los tema por estrenar, escuchados por primera vez. Hacer música debe de ser eso. Mirarse un poquito pa' dentro y juntarse con otros. Y hacer una foto del momento. Como dirían ellos (mi primo Morta también) tan sólo una versión de los temas, que si los grabaras la semana que viene resultaría otra bien distinta.Y disfrutar, por supuesto, que para eso estamos vivos.

Enric tocó las canciones que conocía desde hace tantos años. Las re-tocó, y las engrandeció, com sempre. Con el cariño del amigo y con la sabiduría del músico. Y con la ilusión traducida no sólo en líneas melódicas, sino también en horas extras, en criterio y en buena compañía (y en renuncias que desde aquí ya agradezco, justo este finde…).

Xavi, aparte de tocarlas, se las había mirado, mimado y re-formulado durante muchas horas previas. Se las hizo suyas y les habló al oído, a cada una, para que se sintieran agustito, la una al lado de la otra. Les dio forma y contexto. Y las tocó como nunca. Y me repetía una y otra vez, con cariño y contundencia “imagínatelas todas juntas, anda…”.

Joaquín llegó el viernes de Sevilla, y se quedó hasta el lunes. Guitarra potente. Violín precioso y preciso. Y a la vez, una positivísima actitud que le sacaba punta a todos los lápices ("¡venga gente, actitud!" nos jaleaba desde su pecera una y otra vez). Años de carretera, que tanto afinan un acorde o crean un buen final, como ponen una cara amable cuando hace falta salir de la intensidad de muchas horas de estudio. Qué bueno y qué fácil a la vez. Como los grandes, pasa dejándolo todo mejor, más bien puestecito en su sitio y ordenado, sin casi levantar polvo.

Jordi es un buen bajista. Con todo lo que eso comporta. Llega puntual. Toca con una elegancia y un gruve que tira patrás. Sin casi hacer ruido recoge su ampli. Y hasta mañana. Otro, que si te despistas, pasa desapercibido. Bueno, suerte que cuando le escuchas la maestría cae por su propio peso.

Jesús nos grababa. Y nos animaba. Y nos ayudaba. Y todo lo que podía hacer, lo hacía. Nos acogía en su casa-estudio, y estuvo mucho rato hablando del “buen rollo” que transmitía lo que tocábamos. Así, es fácil sentirse a gusto.

Y allí estábais todos los demás. Los REGOFUNDERS, los primeros de la lista. Haciendo sonar vuestro apoyo previo y vuestra energía ¡Os aseguro que llegó! Incluso apareció el domingo una súper comitiva representante que nos subió la energía 10 puntos. Gracias a ellas son las fotos que iréis viendo poco a poco.

Catacocha

Gratuïtat

Y qué le voy a hacer

Father

No para de llover

Pushing

No te salves

Paula

Sin regomello

Las sabanitas (qué versión, my god!)

Ale pues. El parto ya se dio. Un niño precioso de 10 canciones en las que aún faltan las voces.

¡Seguimos con la crianza!

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